Sin duda por lo menos una vez debes haber entrado a aquel local.
Claro, es el único "restaurant" que es GayGay!.
Pero my god! que mal tenido lo tiene Anthony...
Anoche estuve allá con mis amiguitos, tratando de tomar ese pisco sour que si no te deja mal de seguro elimina cualquier virus que recorra por tu cuerpo.
Debo convesar que hace mucho tiempo, era muy asidua a este boliche, incluso me tenía sumida las canciones de Massiel y Rocío Durcal..., es divertido que aùn siga igual.
Igual... con las mismas mesas y sillas estilo Heidi, con esos teléfonos que supuestamente antes del bluetooth servían para comunicarse de comensal a comensal en una posible cita, sin olvidar ese par de baños con la llave y la cerradura... o que sútil y fino....
Ahí han pasado de las tallas más cool hasta los momentos bastantes desagradables, ponte tú. Recuerdo que una vez entró una familia con abuelito incluido. Se sentaron en una mesa. Obviamente se sintieron obsevados, obviamente comenzarón a mirar. Se levantaron rápidamente y huyeron cual mono animado por la derecha.
Y ese sillón que está atrás... el zebrado que tiene la piel más cebosa... me imagino las historias que deben haber pasado ahí, sé de algunas... pero o sea hello...
Y las Estudiantinas, siguen con sus panderos y cintas jurando a que nosotros nos encanta que nos canten tales canciocillas... oooooooo, es como too much.
Anoche igual lo pase bien con mis chicos...., pero queda un leve tono de decepción de porque el local no se reinventa.
Alguién, alguna vez, ojalá... pondrá su propio restaurant GayGay....
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