Fuimos una noche al Toro. Era de esas noches que el local estaba repleto de bastantes caras conocidas apilados como ganado en sus mesitas. Optamos por sentarnos en la barra, esa que da hacia la calle y que sugerentemente tiene un window vision de unas piernas.
Nuestra mesera amigui, nos antendía como siempre aprovechando tallas de aquí para allá. Estabamos en vitrina, no cabe menor duda. Pero nuestra exposición atrajo "moscardones etílicos". Nos saludaron, nos ofrecieron un trago y de tanto en tanto, ya estaban parados cerca de nosotras ofreciéndonos sus mejores parlamentos.
"Sabes que acá vienen puros actores y gente rara"
Cómo es eso...?, pregunto. Pues siempre vez gente de teleseries y muchos maricones. En serio..? //vuelvo a preguntar como si no fuera cuasi cliente fundadora del local// Siii..., mira esos que están allá, son colitas. Oh que lástima, son tan guapos. (Risa con un hip) pero nosotros somos guapos y bien hombres.
Mientras el guión seguía, nuestra moza amigui más otros chicos del local, comenzaron a rondar esperando un S.O.S de nuestra parte.
Y ustedes porque vienen acá. Pasamos a tomarnos un trago y nos gusta mucho venir.
Sentí las ganas de decirles que nosotras también eramos "mariconas", pero calla Yerco, calla... nunca se sabe la reacción de un especímen así.
Luego vino mayor acercamiento de los tipos hacia nosotras, insinuaciones de que bien lo hace y lo que tanto dura, de lo que le gustaría hacerme, etc., etc.
Ya mi cara cambió y solicité ayuda a todos los chicos rondines de El Toro, que en forma amable nos recataron de los neardentales.
Traté de recordar mis vidas pasadas. Era así como estos tipos me seducían? O sea, te juro que no lo recuerdo.
Sin duda, prefiero la seducción de las mujeres, aunque hay algunas que aún siguen estos 10 pasos de conquista masculina.
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