Algunos estudios, entre ellos los estudios Alfred Kinsey, han mostrado que la mayor parte de la población parece ser al menos ligeramente bisexual. La mayoría tiene cierta atracción hacia ambos sexos, aunque se suele preferir uno de ellos.
Según las encuestas de Kinsey, sólo un 5 a un 10% de la población puede ser considerada como completamente heterosexual y un 5 al 10% puede considerarse completamente homosexual. Kinsey llegó a la conclusión de que el resto (entre un 80 y un 90 %) de los hombres y mujeres estudiados eran bisexuales. Sólo un 5 % de éstos podían considerarse completamente bisexuales (es decir que no tenían ninguna preferencia especial entre hombres y mujeres.
Según las encuestas de Kinsey, sólo un 5 a un 10% de la población puede ser considerada como completamente heterosexual y un 5 al 10% puede considerarse completamente homosexual. Kinsey llegó a la conclusión de que el resto (entre un 80 y un 90 %) de los hombres y mujeres estudiados eran bisexuales. Sólo un 5 % de éstos podían considerarse completamente bisexuales (es decir que no tenían ninguna preferencia especial entre hombres y mujeres.
Diálogo entre una bisexual y un gay
— ¿Y si te dijera que no soy como tú piensas?
— Definitivamente no te creería.
— ¿Te gustaría saber qué pienso cuando digo que soy bisexual?
— Sí, adelante.
— Cuando digo que soy bisexual pienso que soy una persona igual de confiable que las demás. Sólo soy diferente porque descubro en mí la capacidad de amar y de erotizarme con las personas sean éstas hombres, mujeres o cualquier otro género que pueda existir. Y aunque mantengo una relación lésbica por el momento, mis expectativas en posibles relaciones futuras, son más amplias.
— ¿Oye y tú eres bisexual?
— No soy bisexual, soy gay. Lo saben muchos amigos y familiares. Aunque he de confesarte que me gustan algunas mujeres. De hecho, la verdad es que he tenido acercamientos sexuales con algunas amigas.
— ¿Y como te sientes con eso?
— Pues la verdad es que esta situación me hace sentir muy mal.
— ¿Por qué?
— Pues porque sinceramente me he sentido demasiado bien.
— ¿Cómo es eso de que te sientes mal por sentirte bien?
— Pues es que ya todo el mundo sabe que soy gay y no fue fácil comunicárselos. Tú sabes que me ha costado mucho abrirme ante el mundo como gay. Y bueno pues ¿Ahora qué les digo? Además esto me confunde pues ahora con esto no sé qué soy. ¿Ya no soy gay?
— Mi opinión es que te puedes nombrar como quieras. Puedes vivir socialmente como mejor te sientas pero si reconoces todas tus posibilidades, eliminas culpas innecesarias y dejas fluir mejor tus sentimientos y deseos. Disfruta tu sexualidad y tu capacidad de amar. A veces las etiquetas se vuelven una camisa de fuerza para nuestro crecimiento personal, sobre todo aquellas que les vendemos a los demás.
— Pero tú si te dices bisexual abiertamente.
— Es mi propio proceso aunque alguna vez yo me sentí igual que tú y por un tiempo me nombré lesbiana. Pero ahora me siento lo suficientemente fuerte para asumirme bisexual. Además, mi bisexualidad es ahora más que una simple etiqueta pues es una de mis banderas políticas para participar en grupos de la diversidad sexual y ser activista por los derechos a ser diferente
.— ¿Qué es ser bisexual?
— Ser bisexual pueden ser muchas cosas. La capacidad de amar y erotizarte con las personas sean hombres o mujeres. Aunque no por igual pues depende de cada persona e incluso en una misma puede haber cambios en el deseo por uno u otro género. Ser bisexual puede ser amar al ser humano desde el corazón, sin que el sexo o el género sean un obstáculo. Ser bisexual es ubicarse desde la posiciones dos a la cinco de la escala de Kinsey o ubicarse en la una o en la seis, pero valorar tu pasado o tus atracciones presentes aunque hayas decidido no ejercerlas ahora
— Por eso lo de BI, porque les atraen los dos sexos ¿verdad?
— Has señalado un punto interesante. La palabra Bisexual es muy pequeña para describir lo que podemos sentir ya que ser bisexual es la capacidad de erotizarte no sólo con los dos géneros o los dos sexos que nos dicen que existen. También nos gustan aquellas personas que no entran en estas categorías. Puede ser que te erotice sólo lo masculino o sólo femenino pero sin importar si son hombres o mujeres. Puede ser que el género de la persona sí te importe y te erotice, pero te gustan todos o más de uno. La bisexualidad puede ser homosexualidad y heterosexualidad al mismo tiempo. Pero también puede ser ninguna de estas dos preferencias, puede ser otra nueva con características diferentes. Hay bisexuales que al mismo tiempo se sienten gays, lesbianas o bugas. Por supuesto que habemos bisexuales que nos sentimos bisexuales. En conclusión: la bisexualidad es diversa, como la misma diversidad sexual. Podríamos decir que existen bisexualidades diversas.
— Pues yo creo que tú deberías definirte. O eres lesbiana o eres heterosexual.
— Yo creo que no soy ninguna de las dos y al mismo tiempo soy las dos. ¿Cómo ves?
— Pero eso no se puede. O se es o no se es. Yo por eso digo que los bisexuales no existen; no se definen.
— Pues yo digo que la indefinición puede ser una definición. Ser bisexual es una clara definición. Por otro lado si los bisexuales no existen, ¿dime con quién has estado hablando todo este rato?
— No me refería eso, sino que tú no eres bisexual.
— Cuando dices que los bisexuales no existen me estás ofendiendo, me lastimas. Tú mismo has dicho que asumirte gay te costó mucho trabajo y yo supongo que enfrentaste a personas que te mostraron incomprensión y quisieron negarte ¿Por qué crees justo proceder de la misma forma conmigo? Lo peor de todo es que me estás desapareciendo del mapa. Me invisibilizas con tus palabras.
— Ok, ya entendí esa es tu decisión.
— Así es. Quiero que me respeten y me acepten como soy y como me nombro. Es mi decisión y no ha sido fácil llegar a ella. Además, creo que las lesbianas, los gays, las personas trans y las y los bisexuales estamos en el mismo barco. Estoy convencida de que las discriminaciones entre nosotras y nosotros nos debilitan en nuestros esfuerzos por ser respetados. Me sorprende y lastima que, quienes piden tolerancia, no sean tolerantes, repitiendo el mismo esquema contra el que luchan.
— Está bien ya agarré la onda. Perdóname si te ofendí. Sabes que eres mi amiga y no fue mi intensión. Sólo que yo no comprendía bien cuál era tu rollo. Gracias por explicármelo y me parece que ahora te veo de otra manera. Ya me cayó el veinte que ustedes los bisexuales sí existen y padecen discriminaciones como nosotros lo gays. Oye ¿Pedimos otras chelas?
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