Bajos Instintos en Sui Generis... saaaaaaaaaaaaaaaaa

Todo decidido. Ibamos con mi amiga por primera vez a un local de lesbianas. Tenía en mi memoria que tal disco-bar debería ser como La Catedral de N.Y. en donde Sharon Stone con ese vestido sexy, jugaba con sus Bajos Instintos besando a la regia, mientras Micheal miraba como un hetero calentón.... o sea mucho glamour ponte tu.

El local: Sui Generis. La Calle: Bombero Nuñez.

Llegamos regias, regias. Nos estacionamos a una cuadra de la dirección y comenzamos a caminar por la bendita calle. Creo que pasamos como 5 veces frente a su puerta sin poder entrar. Creo que nos fumamos una cajetilla entera durante casi esa media hora de divagación. Hasta que un acomodador de autos nos dice "chicas, el local de lesbianas es ese". Vahido... plop.

Nos miramos rojas... rojas y decidimos que a la seguiente vuelta ibamos a entrar. Caminamos mucho más lento y cuando estabamos al lado de la puerta sin cambiar nuestra mirada al norte colocamos el pie derecho al lado entrando paralela y rápidamente, casi perdiendo el equilibrio por tal movimiento. Una tipa nos abre la mampara y nos da la bienvenida.

Segunda plancha de la noche. Al cruzar el umbral miles de ojos se fijan en nosotras "carne fresca" habrán pensado las muy yeguas. Nos sentamos en la barra del bar... mientras nos seguían mirando con mayor curiosidad. Obvio desentonabamos con el ambiente. Con vestido corto, tacones... bastante producidas las tontorronas.

Plancha 3: Comenzó el show. Una chica trataba de bailar muy sensual pero se veía grosera. Bien será nos dijimos con la mirada. Ya esas alturas ni hablabamos. Y sucedió lo peor, la tipa quedó en pelotas y se acercaba a las mesas que estaban frente al escenario colocando sus "partes privadas" en las caras de las chicas que gritaban como una jauría de animales. Y de pronto... camina hacia nosotras. Inmediatamente nos dimos vuelta a mirar la pared de la barra mientras los gritos y los aplausos eran cada vez mayor. Ella se subió a la barra y reptó frente a nosotras. Rojas el par de gansas. Metió el dedo en mi trago y se lo paso por la pechuga mirándome lascivamente (gritos gritos, no nos dimos cuenta cuando casi todas las chicas del local estaban a nuestro alrededor) y lo único que atiné fue a decirle "webona, te juro que te acercas más y te quemo". Donde estará el picahielos para matar a esta webona.

No recuerdo como terminó todo eso. Ni porque tenía a un par de gallas que hablaban conmigo.

No recuerdo como llegamos al auto. Amnesia total!

"Que fuerte" me decía mi amiga.... "No quiero ir más" "siii... para nada es muy rasca".

Al mes estabamos de vuelta, obviamente producidas.... pero al estilo del local y caundo comenzaba el show, nos sentabamos al foooooondo.

Ce la vie!